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martes, 20 de noviembre de 2018

Testimonio de un discípulo de la ETI "LCM"


¿Quien fue el Ing° Luis Caballero  Mejías?

Por: R.A. Fuentes Dávila
-transcripción textual del original- por la autora blog.

     Muchas de las cosas que narraré son producto de vivencias directas al lado del Dr. Luis Caballero Mejías, como solíamos nombrarlo; pues, por un tiempo fui su alumno en clase y  por todo el resto de mis estudios para graduarme en 1954, de Técnico Químico, fue mi maestro y mi guía.

     Conocí  de su grave carácter irascible, explosivo como la pólvora al menor disgusto; desesperadamente amante de la Ley y a las cosas justas, humanitario, sensible a los problemas ajenos.  Cuando lo conocí en Caracas, en Septiembre de 1948, vi a un hombre regordete, de anteojos, pelo liso castaño, de tez bronceada, mirar agudo; fumaba incansablemente cigarrillos marca "VICTORIA",  para ello empleaba una boquilla, que a la larga causó una deformación en el labio inferior.

     Tendría una estatura de 1,70 m.  y su voz grave reflejaba los efectos del cigarrillo. Su vestido común y corriente era el slack color beige; la camisa mangas largas tenía presillas sobre los hombros y siempre usaba zapatos mocasín de color rojizo. Su materia específica era el Dibujo Técnico. Así ví a Caballero Mejías, pero para ese momento ignoraba que él se había graduado de Ingeniero Mecánico en la Universidad de Santiago de Chile; que había nacido en Caracas, que había sido Subdirector del Dique y Astilleros Navales de Puerto Cabello



Luis Caballero, Sub D. del Dique
y que en 1935 asumió la Dirección de lo que se llamara Escuela de Artes y Oficios para Hombres que funcionaba en la hoy desaparecida esquina de San Lázaro. Esta escuela fue fundada durante la administración del General Antonio Guzman Blanco, año 1884.  Caballero Mejías le cambió los programas de estudio y se le asignó el nombre de ESCUELA TÉCNICA INDUSTRIAL. El Dr. Caballero Mejías revolucionó los sistemas  y logró nuevos y eficaces equipos traídos de Europa y Estados Unidos; eliminó especialidades menores y creó otras que requería con urgencia el desarrollo del país. Caballero se retira de la Dirección del Plantel en 1937 y lo sucede el Dr. Juan Gantes, quien  cuenta con la orientación  y colaboración de su antecesor. Juan Gantes no dura mucho tiempo, muere; luego, Caballero reasume el cargo y es cuando despliega el más grande trabajo por lo cual se le reconoce como el auténtico fundador de la Educación Técnica en Venezuela: En la Esquina de San Lázaro funcionaban los talleres (Herrería, Ajustaje, Carpintería, Latonería y Plomería) pero en la  casa que fuera del General José Antonio Páez ubicada de Perico a San Lázaro (a media cuadra de los Talleres en la cual conocí al Dr. Caballero) funcionaban las aulas y los talleres de Mecánica y Automecánica. Mi antiguo maestro veía la incomodidad de funcionamiento y las  fallas para controlar el proceso. Ante tal reto logró que se le asignara a la Escuela Técnica, en los terrenos adyacentes a la Ciudad Universitaria, 12 1/2 hectáreas donde se construyera el edificio escolar más grande y confortable de toda América del Sur, según manifestara el entonces Presidente de Ecuador Dr. Galo Plaza.
Galo Plaza Lasso 1906-1987

Allí conocí laboratorios y talleres tan grandes como el taller de fundición que en una época tuviera la Escuela Industrial Barquisimeto.
     Eramos dosmil alumnos, de los cuales 400 eran internos (sin pagar un solo centavo) y el resto era semi-interno con el objeto de que tanto el personal como  el alumnado no perdiera tiempo al medio día por razones de traslado para el almuerzo y también para aliviar el problema económico de tanta gente que iba desde el interior del país a recibir estudios en la referida escuela. En los talleres de la Escuela Técnica Industrial de los Chaguaramos (así se denominaba) se construyeron las butacas del estadium universitario de Caracas (obra de alumnos y profesores), se fabricaron bancos para el mismo plantel, se construyó un riñón mecánico para salvarle la vida a quienes operaban de los riñones en el Hospital Universitario, se inventó el proceso mediante el cual hoy conocemos la harina de maíz precocida. Los mismos alumnos instalaron la planta eléctrica que alimentaba a toda la escuela, dicha planta tenía 4 motores Diesel de 4000 HP c/u. Caballero Mejías trajo de Europa a famosos profesores, contrató intelectuales universitarios venezolanos para los cursos superiores; el laboratorio de Química tenía una inversión de más de dos millones de bolívares (hoy deben ser de 15 a 20 millones).

     Tantas cosas que faltan por escribir en estas páginas y que constituyen la inmortalidad de tan grande figura ......... si el no hubiera muerto tan prematuramente, estoy seguro que hubiera cumplido su ambicioso proyecto de haber creado la Gran Universidad Industrial de Venezuela, la cual hubiera subvencionado su propio presupuesto ya que se contemplaban grandes contratos de servicios con los ministerios del Gobierno Nacional y con empresas privadas, lo alumnos tendrían un estímulo económico por sus trabajos realizados en horas extras. "Pero Caballero se murió con un tumor en el cerebro; en Estocolmo lo trataron los más grandes especialistas y en Estados Unidos le trataron su mal, pero ya no tenía remedio, así murió el fundador de la Educación Técnica en Venezuela, el primer Director de Educación Industrial, Artesanal y Comercial que tenía el  Ministerio de Educación........

"Todo desaparece, todo se transfigura" Fue un 12 de Octubre de 1959 cuando se eclipsó el sol de la Educación Industrial.






LA ETI C. sus alumnos y LC
Para concluir y para que la imagen de Caballero Mejías quede incólume a través de los tiempos, narrémosle la siguiente anécdota: El Inspector General de la Escuela (especie de Jefe del personal de disciplina que controla a los alumnos) se llamaba el Prof. Inocente Vásquez, quien ha vivido muchos años en Barquisimeto y de ahí nuestra amistad antes de que yo fuera a estudiar a la Escuela Técnica. Me denunció ante la Dirección del Plantel porque además de no haberme sentado bien en el comedor mientras llegaba mi turno para recibir la cena, le reclamé acremente una pluma-fuente de mi propiedad que le presté. Cuando Caballero Mejías se percató que el acusado era uno de sus más allegados alumnos, en quien confiaba, ordenó que  se me expulsara del instituto durante 15 días. Cuando recibí la orden hablé con algunos profesores de mi confianza y me aconsejaron que rogara al Dr. Caballero  que a cambio de los 15 días de expulsión me cambiara tal castigo por cinco días de trabajo duro en el más fuerte de los talleres.  Me le acerqué al Director y le dije: Doctor, Ud. ordenó mi expulsión por 15 días y yo no tengo ni casa, ni dinero ni familia para permanecer fuera de la Escuela tanto tiempo. Yo le vengo a pedir que me deje en el internado y me ponga a trabajar cinco días en el taller de herrería en la forja catalana.
 Rampa de acceso a la ETI C. Rampa histórica,  (Actual Facultad Ciencias 2018)
Presid. Junta Militar de G. Tte.C. Ing. Carlos Delgado Chalbaud  con el Director de la ETI, Ing. Luis Caballero en inauguración de la Escuela - la misma rampa que vemos en la foto superior, hoy  Facultad de Ciencias año 2018

FACULTAD DE CIENCIAS UCV
Mateo Manaure



El emblema de la Facultad de Ciencias o logo oficial, es la representación del mural  (1952) realizado por Matero Manaure para los galpones de los Talleres de la antigua ETI, "Luis Caballero Mejías" hoy sede de la Facultad de Ciencias de la UCV, compuesto de relieves metálicos con referencias maquinistas, realizado en cobre y aluminio por los alumnos de Metalurgia de la ETI.  foto web.

otrora caminería ETI,  hoy Facultad Ciencias UCV

ETI "Luis Caballero Mejías" despide a su Maestro en las instalaciones que  él fundo y tanto amo


--- Ante aquel argumento, Caballero me respondió:
--- Acaso los talleres se crearon para castigar a los alumnos, son una necesidad para su educación integral. ... con furia me dijo... Vete de mi presencia, no quiero verte más.

     Dócilmente me retiré, con una tristeza muy grande y pensando en la inseguridad de mi futuro. Pasaron varias horas y de alguna manera el Inspector General descubrió mi escondite y me dijo: Mire Fuentes, el Dr. Caballero ha ordenado que Ud. se quede en el internado pero sigue su expulsión de clases.

     Habían pasado como dos días y estaba estudiando sentado en el suelo rodeado de libros y cuadernos, movía las manos, escribía, usaba la regla de cálculo, cuando de repente al levantar la vista vi salir de entre unos matorrales que bordeaban  a la Escuela, a la figura de slack de Caballero Mejías, quien al reconocerme en aquella soledad, mientras mis compañeros recibían clases cómodamente en sus aulas, díjome:

--- Con que estás estudiando, muy bien, ¿Qué estudias y qué has aprendido?

--- Estudio el PH en las soluciones diluidas, son las de dilución infinita.

---Si ya te aprendiste eso, apréndete ahora el PH de tu vida y diluye infinitamente tu carácter para  que  puedas progresar.

    Recoge tus libros y acompáñame.

     El Dr. Caballero atravesó los largos pasillos, que eran varios como de 70 m. cada uno, le seguía de cerca, atravesamos toda la Escuela y llegamos al Taller de Herrería, me tomó por una mano y me  presentó ante el Jefe Maestro Pedro Cirac, y le dijo.

--- Aquí le traigo a este c.....,  para que lo ponga a hacer argollas de forja catalana, no le de descanso, ni almuerzo, quiero ver sus manos ampolladas y ardiendo.  yo volveré a ver si se cumple esta orden.

     Cuando el Dr. Caballero Mejías se fue, el Maestro Cirac me miró conmovido y me dijo que me había juzgado el Tribunal de Santo Oficio (la inquisición) y agregó:  ¡Ensució a diez y todavía me sobra sucio! 

     De inmediato Cirac me llevó al extremo opuesto del taller, él mismo encendió una gran fragua y me mandó a cortar en la máquina cuatro trozos de hierro de una pulgada de diámetro y 50 cm. El mismo lo calentó al rojo y con ayuda de una mandarria y el yunque hizo un anillo cuyos extremos los soldó al caldeo, es decir calentó al rojo vivo, chispeante, y a fuerza de golpes los pegó. Entonces me dijo que hiciera los otros tres iguales pero después del almuerzo.
     Cirac le dio una nota por escrito a un alumno y éste fue al comedor y trajo una bandeja con comida me la entregó y me dijo: cuando suene el timbre te escondes en esas chimeneas y come, por ahora guárdala.

     Después del almuerzo, Cirac me hizo los otros tres anillos y comentó: Si el doctor sabe que te estoy haciendo el trabajo, es capaz de destituirme.
¡Mal rayo me parta!  Me entregó las piezas, las tomé con una pinza y cuando las acomodaba en las proximidades del fuego, se presentó Caballero Mejías, se acercó y me dijo:  Para ver tus manos, parece que  no has hecho nada, ahí están los anillos, bien hechos pero  ¿dónde están tus quemaduras?   Incorpórate a tus clases mañana.

RA. Fuentes Dávila
discípulo LCM
original de esta carta y fotos sepelio Cortesía familia LCM
Busto en honor a Luis Caballero, hoy día está extraviado......